Valle de Chalinga
Desde lejos, la imponente Raja de Manquehua en medio del paisaje anuncia las bellezas y misterios del Valle de Chalinga. Territorio de una naturaleza diversa y hermosa y de una tradición antigua que reúne los vestigios de los habitantes precolombinos, la influencia española y el mestizaje criollo. Los petroglifos, la tradición religiosa, el mundo campesino, el espíritu acogedor y fraternal conviven en este valle del que sus habitantes se sienten profundamente orgullosos.
El Valle de Chalinga es un lugar con una belleza particular y que guarda en el subsuelo y en la superficie, una vasta y variada historia, que conserva tradiciones como las fiestas religiosas y las propias de una zona agrícola y minera que se remonta a la cultura El Molle de la cual hay vestigios desde 500 años antes de Cristo. Un lugar donde las piedras en los cerros y en las cercanías del camino principal nos muestran los petroglifos, enigmáticos dibujos estampados por nuestros antepasados. Las tumbas aborígenes, las puntas de flechas y los restos de piezas de cerámica nos van contando parte de un magnífico pasado que podemos encontrar en Chalinga. Con la presencia del conquistador español en El Choapa, desde la Cueva de Manquehua, surgen una serie de leyendas relacionadas con la brujería y que a pesar del paso del tiempo se mantienen con mucha fuerza. Relatos, mitos y leyendas que están incorporados en la idiosincrasia de su gente.